Es bonito recordarte.
Es bonito, no solo recordarte, sino escucharte, mirarte, sentirte. Ver borrosos
los recuerdos de tu cuerpo fusionado con el mío es un gran reto para mis ansias
por volver a tenerte. Quizá esto esté mal, pero quién soy yo para juzgar, y
menos quién es la gente para hacerlo. Hipócritas infelices.
Por qué no volver a recordarte. Por qué no volver a
recordar un 23 como un día más especial que los demás. Por qué no volver a
imaginar tus labios. Por qué no volver...
Por qué no volver a recordar lo que siempre recuerdo
cuando me siento inútil. Por qué no volver a recordarte. Hoy 23 a las 23.
Por qué no volver a recordar esa sonrisa prohibida que
me proporcionaba tranquilidad y felicidad. Por qué no volver a recordar esa
voz...esas voces. Por qué no puedo denunciarme a mí mismo para poder volver a
tenerte como castigo. Por qué es todo un "por qué" y no un
"porque”. Porque aquellos que son iguales tienden a separarse...pero no
para siempre.
Es bonito verte, a pesar de hacerlo como si diera
pasos de ciego. Curioso es mi querer por tu querer. Malévolo es mi pensamiento,
más doloroso es mi deseo.
Por qué no recordar esas noches. No. No esas noches,
sino ésas noches. Si, sabes a cuáles me refiero: esas por las que todos hemos
pasado. Esas por las que solo darías tu vida misma por tener y nunca olvidar.
Olvidar. Olvidar. Olvidar. Obligación
de olvidar, sin necesidad o querencia de ello. Positividad a cambio de
sufrimiento. Y siempre con la cabeza adelante...aunque a lo mejor girándola una
vez cada otra, no por placer, sino por necesidad.
Es bonito creerte. Es bonito creer que la imagen que
tengo y que recolecto de diversos manantiales de sabiduría es la correcta. Es
la adecuada. Es la mejor. Es dolorosa, no solo para mí, sino para ti. Al fin y
al cabo, soy Un Simple Mortal. Y quien diga lo contrario, no solo miente,
sino que él también lo es. Seguir
creyendo que tu fortaleza supera al Hierro, a pesar de que contra el Fuego
cojee, es una de las mayores lágrimas que puedo mostrar.
Es sano ver cómo yo puedo llegar a ti y tú a mí no.
Sano, que no bonito ni justo. Al fin y al cabo, cada uno coge la justicia por
su mano, o al menos eso es lo que se enseña hoy en día para poder salir
adelante, algo útil en algunos casos de extrema necesidad...osea todos.
AL fin y al cabo, como dijo un sabio, "Son
aquellas personas que sufren, las que son capaces de no rendirse, levantar
cabeza y salir adelante": Y el que diga lo contrario, no solo miente, sino
que necesita recordárselo para que no decaiga nunca.
Aquel que olvida sin pensar, mostrará una máscara que
no tenía planeada mostrar. Una máscara que prefiere nunca sacar de su arsenal.
Una máscara que fue obligado a dar a luz. Una máscara que le fue regalada sin
su consentimiento previo.
Es bonito recordarte, pero más doloroso es no
olvidarte.
Con Cariño, Un Simple Mortal
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