Entradas

Mostrando entradas de mayo 5, 2013

La Peligrosa Tentación

Como un inocente necesitado por las ansias de conocer lo desconocido y sin querer que surgiera lo inevitable, fui débil ante su inyección más tentadora.  Nada más saborearte, Cronos me concede su poder más personal para poder alimentar mis memorias de arrepentimientos y diversión . Serán los primeros los que me harán pecar de querer volver a repetirte. Una y otra vez. Pero qué es lo que he hecho. Mi olfato se agudiza. Pera..Bergamota...Naranja y Gálbano.  Mis papilas gustativas saborean Cacao y Cedro.  Mi Corazón siente Jacinto y Peonía. Mi vista es capaz de fotografiar con una precisión perfecta cada instante de felicidad; cada instante en que sus 32 corceles blancos avanzan para hacerse con la victoria entre sus fuertes y tímidas murallas de Pasión e Intelecto. No son Superpoderes. Se puede llegar asentir como que los tienes, pero es solo ficción. Cronos no te presta sus poderes para siempre; Él te abre un camino de Felicidad condenado al Recuerdo.  No es una ventaja. Es una

La inexistencia de lo que no existe.

Como si de una hoja de un árbol se tratase, tirita el pobre caminando por donde le lleva el viento. No existe rumbo aún. No se sabe por qué. Al parecer, diversas situaciones le han llevado a estar así. Sólo. No existe un atisbo de felicidad. No existe una muestra, un mínimo de fuerza ante lo que no le gusta. Piensa. Piensa mucho. "Soy víctima de mis propios sentimientos." Cada paso se le hace más pesado. No entiende por qué tiene que seguir caminando. No le importa quedarse quieto y plantar sus raíces donde sea. Si por él fuera, las plantaba en  medio un bosque, verde y fresco, donde no percibiese una pizca de preocupación. Quiere ser feliz, pero al parecer no encuentra el camino. Solo ve robots con una máscara llamada piel; la misma que lleva él.  Respira. Cierra los ojos. Agudiza sus oídos. Imagina la felicidad soñada. Sonríe. Suelta. Abre los ojos. Gota a gota caen rozando su mejilla .-"No me preguntes por qué lloro, porque pueden ser tuyas las lágrimas que ensuc