[...] "Oprimido. Junto a Impotencia es la sensación que no siento yo, sino mi
corazón. El pobre tuvo problemas para saber qué era lo mejor para mí, para ti,
para los dos. A ver, no me malinterpretes; él es un experto en esto. Por eso
quiso, y siempre lo hace, darse una oportunidad a sí mismo. Puto inocente de
mierda. Es listo, y sabe lo que hay. Pero siempre cree que puede volver a ser
querido sin importar nada a cambio.
Sin importar nada a cambio...Qué gran desafío. Qué gran reto. Qué tremenda
pelea entre el riesgo y la ceguedad conocida frente a lo vivido y la capacidad
de querer avanzar conforme a esos pensamientos que nos animan a seguir
adelante. Para no caer en "el pensamiento prohibido". Ese que nos
autoimponemos. Ese que no queremos pisar porque da la sensación de estar
indefenso.
Pensar en lo prohibido; En aquello que te hace caer en la tentación...en el
"Y si"; En el "quiero que todo vuelva a ser como antes.
"No puede ser posible que se haya acabado algo tan bonito. Tan
precioso. Tan único. NO. Quiero recuperarlo. Quiero sentirlo otra vez. Quiero
darle más oportunidades a esto. Quiero matar por ello. Quiero morir por volver
a adivinar lo que quieres."
Quiero seguir arrepintiéndome de las veces que no estuve ahí para ti. Es la
clave para darte cuenta de lo que tienes, asía como lo que intentas perder.
Quiero seguir arrepintiéndome de todas aquellas veces que me equivoqué. No por
el momento en el que te dejé de lado ni por el daño infligido, sino por todas
las veces que sentía la satisfacción de estar contigo. La comodidad. Esos
ataques de besos que nunca acaban. Esos momentos."
Lejanía. Cruda maldad. Nadie te ha llamado. Nadie te dijo que acabases lo
que nunca empezaste. Nadie te dijo que te metieses donde nunca te llamaron a
estar. Nadie te dijo que presionases un cansancio. Regalaste a la vida una
muerte del Amor por culpa de la distancia, el apoyo emocional, las amistades y la
distancia. La distancia. Las tecnologías. La distancia. Las amistades. Esas
buenísimas amistades que quieren lo mejor para nosotros y hacen lo que se
llama, La Influencia Determinante; Es aquella la cual recibimos sin quererla
cuando estamos destrozados porque hemos dejado algo muy importante, algo que
compartíamos con alguien. Algo que amábamos. Esto lo proporcionan los amigos.
Esos amigos que nos aconsejan con extremismos para que veamos una realidad
falsa; una realidad que ellos consideran aceptable, lógica, etc. No lo harán
con mala intención, aunque seguramente sí que haya un poco de odio y de
negatividad. Ay la negatividad...Cómo gusta.
Pero, ¿por qué esos extremos? ¿Nadie se ha preguntado en la persona a la
que están ametrallando, ya no a consejos, sino a una especie de órdenes
"impositivas", qué es lo que puede llegar a querer? No me refiero a
que la persona no sepa lo que quiere ni nada por el estilo, pero escuchar a
alguien no está de más. Y ya no solo escuchar, sino interesarse a modo de
empatía. ¿Por qué la opción más válida son siempre o casi siempre los extremos?
Es mi puta pregunta. Solo eso...
¿Por qué la lejanía tiene que romper aquello que se formó estando cerca?
¿Por qué la gente necesita extremos para poder vivir? ¿Acaso no encuentran
la respuesta adecuada a sus preguntas y deciden irse a lo fácil? ¿Los extremos
son una solución?
Amigos. Amigas. Cuando, donde, por qué, cómo.
Por qué no hay comprensión. Por qué no hay comunicación. Por qué luchamos
por una confianza seguro y la tiramos como quien le tira una pelota a un perro.
Por qué nos redimimos a la inseguridad y al pensamiento erróneo. Por qué no nos
damos cuenta de que, aquello que suponemos es casi siempre falso. Por qué la
paciencia no quiere ser amiga de todos nosotros. Por qué. Por qué. Por qué.
Donde están las oportunidades. Dónde quedaron aquellas oportunidades
jodidas de dar. Difíciles de regalar y complicadas de aceptar. Dónde quedaron aquellas oportunidades por el amor. Dónde puto quedaron las cosas que valían la pena...Dónde quedaste tu..."[...]
Con Cariño Un Simple Mortal
Comentarios
Publicar un comentario