De entre todas aquellas situaciones incómodas que uno haya podido vivir, la
sensación de pérdida es la que se lleva la palma.
Siendo ésta la única alternativa, a veces, para cesar aquello con lo que en
un momento determinado no estamos a gusto, no nos paramos a pensar lo que
conlleva. Aquello a lo que llamamos Repercusión. ¿Que qué son las
repercusiones? Las repercusiones son aquellos momentos y u o acontecimientos
que suceden después de esa cagada que acabas de hacer. Sí, no tienen por qué
venir de una cagada, pero te aseguro que casi siempre vienen de ahí. ¿Que por
qué? Supongo que nadie es perfecto.
Todos hemos perdido algo o a alguien. Perder algo, obviamente, no duele
tanto como perder a alguien. No es lo mismo perder a alguien...de vista, que
perderle para siempre. Tampoco es lo mismo perderle para siempre, que perderle
y que se quede aquello que más aprecias de ella contigo. Tampoco es lo mismo
quedarte con aquello que aprecias de esa persona, si intentas olvidar a esa
persona. Tampoco es lo mismo si intentas olvidar a esa persona. Tampoco es lo
mismo si la intentas olvidar. Tampoco es lo mismo si la quieres olvidar. Tampoco
es lo mismo.
Perder aquello que llevas amando durante un tiempo, a pesar de los
inconvenientes que se presentaban, no es algo que siente muy bien. Existen
inconvenientes claro. ¿Se pueden remediar? Claro que sí. ¿Cuesta? No debería,
pero desgraciadamente, no todo sale como uno quiere; como dos quieren.
¿Algún impedimento? Bueno, está lo de siempre: El orgullo, la necesidad de
tener la razón a causa del interés individual; vamos, la seguridad de que
nuestro Ser nos pide una cosa sabiendo que es lo que tiene que suceder. Esto no
es algo malo, pero es inevitable. Bueno, será inevitable, pero sí que es
remediable. Sabemos que tenemos que ser consecuentes con lo que decimos y lo
que hacemos. También sabemos que si nos equivocamos, tenemos la opción, libre,
lógica y permitida, de redimirnos y disculparnos, porque sabemos que lo hemos
hecho mal. También sabemos que no somos perfectos. Sabemos que tener algo no
cuesta nada; lo que cuesta es mantenerlo.
Sabemos que la complicidad en las relaciones está a la flor del día. Aunque
también es cierto que podemos evitarlo.
No os extrañéis si le pongo tanto remedio a todo, pero es que para todo hay
remedio. ¿No? Todo tiene una solución. Si no quieres ponérsela y dejar que las
cosas se las lleve el Señor Mefisto o el Señor Baal. Eso es lo típico. Es lo
fácil. Es lo triste.
¿Que para qué ponerle remedio a algo que no quieres ponérselo? Eso ya es
algo que no te puedo responder. Cada uno y como bien dije antes, actúa
consecuentemente y como mejor le viene en gana. Unos son más propensos a dejar
las cosas y empezar otras nuevas, otros son más tradicionales y siguen con lo
que tienen por gusto y por comodidad, etc.
Todo depende de cada uno. Pero, ¿qué sucede cuando no sabes lo que quieres?
Ahí amigo, entran en juego las Repercusiones; los maravillosos "Y
si's"; los "Curiosos Futuribles Obviadores", aquellos
pensamientos de futuro en los que nos imaginamos haciendo alguna cosa porque el
sentimiento actual así lo requiere mientras obviamos aquello que tenemos dando
por sentado que ya no lo vamos a tener. Porque la otra opción es más cómoda.
Porque la otra opción es mejor. Falso. Putos ineptos de mierda que somos. De
ilusiones se vive sí, pero toda ilusión tiene un límite lógico y racional. Los
Mundos de Yupi están bien si sabemos por qué portal meternos y por cual volver
a salir. No es lógico quedarnos en un sitio por bonito que sea y obviar lo que
arrastramos así como así. Es fácil hacerlo. Lo difícil es quedarse...
Gran prueba de fuego a la que te quieres enfrentar sí. ¿Mejor opción? No lo
creo, pero quien sabe. Todo depende. Todo es relativo. Todo. Es el Fuego quien
te abandona para dar paso a aquella amiga de la que todos, conscientes o
inconscientemente, huimos: la Gélida Soli. Lo peor es que eres tú quien se lo
ha buscado. Pobre. Ella buscando amigos y lo único que consigue es dañar, dañar
y dañar. Insensato. Por qué le darás tanta cabida a cosas a las que no tienes
que dárselas. O sí, pero no ahora. No con eso. No con ella.
No la dejes. No la dejes, más preocúpate por ella; es lo que se merece. No
te des por vencido.
Sé paciente. Es lo que querías; era tu deseo.
No la olvides, más no podrás hacerlo. Es única,
Llórala. Llórala una y otra vez pero sin que se dé cuenta. No se merece
ningún tipo de "Pobrecismos" por tu parte.
Ámala. Nunca lo olvides. Nunca olvides lo que hizo por ti; lo que hiciste tú
por ella. Lo que hicieron juntos, uno por el otro.
Intenta ser feliz. Sé que es complicado. Sabéis que es complicado. Queréis
dejar atrás algo que era perfecto, o por lo menos se asemejaba a la
perfección.
Sed fuertes, listos, racionales. Amaros en las penumbras. Follad sin ser
vistos. Sin pensar que tiene que haber algo más.
Haced lo que queráis. Lo que
el cuerpo os pida. No renunciéis a vuestros deseos por una mera equivocación.
No penséis en lo que sucederá más adelante. Lo que tenga que suceder
sucederá. Empezad de cero si queréis. A veces es lo más sano...
No se te ocurra olvidarla, pues no lo merece. Ni ella ni tú.
Quiérela. Quiérelo. Quiéreme. Te quiero.
Con Cariño Un Simple Mortal.
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