Antes de nada, no me hago responsable de lo que suceda después de que leas esta entrada. De verdad.
¿Nunca os habéis preguntado lo que se cuece en la mente de los demás? Qué es lo que imaginan...en qué momento lo imaginan...qué piensan en el momento de obrar un comentario, una respuesta o cuando sueltan alguna barbaridad. Cómo sabes si reaccionarán de la misma manera que tu estás pensando; cómo sabes si no te contestan porque no te han escuchado o porque les da igual lo que digas en ese momento.
El único fallo es que no entiendes por qué, si puedes pensar en miles y miles de cosas (da gracias a la imaginación, pero escúpela a la cara) te tienes que preocupar por algo que sabes que no puede hacerte una especie de mal objetivamente.
Me explico: Tu y tus amig@s en una habitación. Todos amamos la música, ya que nos parece algo indispensable y vital.Ponéis un poco de música y comenzáis a hablar entre vosotr@s. Todo "perfe". Todo fluido. La ventaja de esto es que ahora mismo estás con tres amig@s más; así tendréis una especie de pausa la cuál surge sin siquiera quererla, ya que tu también quieres escuchar la conversación y, por ende, participar en ella. Pero,¿qué sucede en el caso de que no estés atendiendo a lo que están contando? Tendemos a poner la música como la base del comienzo de un mundo nuevo, el cuál podemos manipularlo como queramos. El fallo es si nos vamos por el camino equivocado.
Comienzas a conjeturar, "rayarse" pa' los más avanzados en la materia. Poco a poco te vas "alejando" de la conversación; alejando entre comillas porque, en verdad, sigues atento a la conversación, pero la prioridad la tiene lo tuyo, lo que viene contigo de serie, no algo que te entra por un oído y te sale por el otro. Tus contestaciones pasan a ser más cortas. Cuando te hablan y te miran, tiendes a desviar la mirada. ¿que por qué la desvías? Seguramente no sea a causa de la amistad que tengas con esa persona, porque sabes que es por la rayada que tienes en la cabeza. Sabes que no es nada que hagas con maldad ni nada por el estilo, pero en ese momento eres tu y solo tu. Sigues preguntándote lo mismo una y otra vez. Y es curioso porque, da igual que hayan pasado cinco, diez o treinta minutos, que en todo momento piensas igual, y como se te vuelva a presentar esa ocasión, seguramente vuelvas a pensar lo mismo una y otra vez, hasta que te acostumbres a entender que el único mal que estas haciendo es el que le haces al resto que te rodea. Por qué al resto y no a ti mismo? Claramente, el mal te lo estas haciendo a ti mismo, porque el único medio que tienen los demás de saber algo de ti es mediante la palabra. Desde el momento en que tu comportamiento cambie, comienza el circulo vicioso de la discordia y las malas palabras, malas miradas, etc.
Recuerda que todo esto está en tu cabeza y que, seguramente, has llegado a leer hasta el final por una de dos: o sientes similitudes en esto que he escrito o crees que lo has leído solamente para saber hasta donde llega esto...piensa que, si quieres ver a donde llega, tienes un mínimo de interés...curiosidad. No te mientas. Es malo mentirse; te haces mal a ti y a los que te rodean. ;P
Como ya dije al principio, no puedo hacerme responsable de lo que pueda suceder después de que termines de leer esto último que te voy a poner, por eso mismo lanzo un consejo el cuál doy siempre, pero que cuesta aplicarse. Te lo soltaré a modo de acertijo para que, por lo menos, te vayas con el buen sabor de boca pa' la cama:
Tres solitarias y distintas que en conjunto suman la unión individual verbal y moral más fuerte vista y no vista por el ser humano. La utopía fantástica las carga, pero Belcebú también sabe persuadir.
Con Cariño Un Simple Mortal
PD: Fuerza y voluntad son las únicas que te pueden ayudar arriba. Espero tu solución.
Suerte y un abrazo fuerte.
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