Cuento de Hadas-Capitulo 1

Erase una vez que se era, un joven que buscaba la felicidad ante cualquier cosa, pero algo pasaba que nunca la llegaba a conseguir;cuando ya parecía que todo iba viento en popa, ésta se desvanecía y nunca encontraba el por qué.

Imaginaos si el chico tenía tan mala suerte, que un día una bruja presenció uno de sus interminables fracasos y le hechó una terrible maldición: cada vez que el chico fuese rechazado, a éste se le iría desgarrando poco apoco el alma del corazón...poco a poco...cada suspiro que daba el chico, significaba que su alma se desgarraba de su corazón; y cuando su alma estuviese totalmente desgarrada, se desplomaría al momento de volver a ser rechazado, pero en el momento en el que estuviese a punto de desplomarse, antes de caer redondo al suelo,aparecerá la bruja y le mirará a los ojos...y ésta le dirá: "Siento lo que te ha pasado...lo siento en el alma...en tu alma".

No sabiendo el chico la maldición que le habían hechado, seguía buscando a la chica que le diese la felicidad que el quería. Uno de los momentos en los que éste se sintió mas seguro fue el viernes 24...día de nochebuena. Ah! Se me ha olvidado comentaros el nombre el chico. Se llama Teble.Después de cenar con sus padres, salió a la plaza a que le diese el aire. Se sentó junto a la fuente,al lado de los matojos verdes que rodeaban un riachuelo que provenía de las montañas Tesial, y se quedó contemplando la luna, blanca como la seda y grande como uno de los robles de al lado de casa. Al rato, se dió cuenta de una silueta que estaba junto al riachuelo..se trataba de una chica de cabello largo...la luz de la luna hizo ver que era un color vivo...un color dorado que no se ven todos los días. Poco a poco se fue acercando a aquella silueta que se iba aclarando al paso inquietante de Teble. Se ocultó en un matorral y se dedicó a observarla. Era preciosa...tenía un físico que a Teble enamoraba...unos ojos que se notaba que los habían tallado los angeles....y por lo que Teble oía, una voz suave y cuidada. Notó que la chica no era de su pueblo porque hablaba de otra forma diferente pero eso a él no le importaba;seguía hipnotizado.
No sabía como acercarse a semejante belleza sin parecer un arevido, pero no hizo falta.
-Sé que estás ahi.- dijo ella.
A Teble se le pusieron los ojos como platos al escuchar esas 4 palabras y no sabía como reaccionar, así que sin pensarlo, salió del matorral tan rápido que su camiseta quedó rasgada por una ramita que se le habia enganchado. La vergüenza fue tan grande que se ruborizó delante suya.
-No tienes por qué ruborizarte. ¿Tu eres Teble no? He oído hablar en el pueblo de tí. Me han contado que hace poco una chica te ha dejado pillado pero que no pudistes hacer nada porque todo pudiese salir bien. Mi nombre es Karéal y vengo de un pueblo a 12 millas de aqui.¿Estabas espiandome?- preguntó ella con el ceño fruncido.
-Oh no! Lo siento no era mi intención que pensases eso. Es cierto que te estaba observando pero de buenas maneras...quiero decir que no iba con malas intenciones...digo que no quería hacerte daño ni nada y para nada te lo deseo, lo que pasa es que estaba viendote de lejos y...
-¿Y?- preguntó ella acercandose a Teble.Éste retrocedió y cayó al riachuelo empapandose toda la ropa.Karéal no pudo contener la risa y dejó entrever unos dientes blanquecinos y perfectos.
-¿Estás bien?¿Te has hecho daño?
-No no tranquila...estoy bien aaayy!!
Teble tenía la astilla de un tronco que había en el agua clavado en el brazo, a la altura del antebrazo y le dolía como si le estuviesen sacando una muela picada sin anestesia.
-¡Teble estas sangrando! ven que voy a curarte esa herida, aunque primero tengo que sacarte la astilla...espera....espeera...-Teble estaba tiritando del susto que se habia llevado. No sabia si confiar en Karéal y en su pulso para sacarle la astilla.