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Mostrando entradas de junio, 2017

La Peligrosa Tentación

Como un inocente necesitado por las ansias de conocer lo desconocido y sin querer que surgiera lo inevitable, fui débil ante su inyección más tentadora.  Nada más saborearte, Cronos me concede su poder más personal para poder alimentar mis memorias de arrepentimientos y diversión . Serán los primeros los que me harán pecar de querer volver a repetirte. Una y otra vez. Pero qué es lo que he hecho. Mi olfato se agudiza. Pera..Bergamota...Naranja y Gálbano.  Mis papilas gustativas saborean Cacao y Cedro.  Mi Corazón siente Jacinto y Peonía. Mi vista es capaz de fotografiar con una precisión perfecta cada instante de felicidad; cada instante en que sus 32 corceles blancos avanzan para hacerse con la victoria entre sus fuertes y tímidas murallas de Pasión e Intelecto. No son Superpoderes. Se puede llegar asentir como que los tienes, pero es solo ficción. Cronos no te presta sus poderes para siempre; Él te abre un camino de Felicidad condenado al Recuerdo.  No es una ventaja. Es una

La Profecía del Llanto de la No Muerta

Tintineos. Es lo único que la madrugada podía regalar a todos aquellos oídos aventureros que estuvieran vagando alrededor de la Luna encontrando respuestas y respuestas... Una noche estrellada, con una única particularidad. Era La hora. No viene sola. La acompañan aquellos que no tienen permiso para tocar el suelo que una vez les fue concedido amar. Aun así, ella es la protagonista de esta profecía.  En una mano sujeta firme a la Justicia. Se ayuda de ella, ya que le cuesta caminar a causa de todos aquellos "trabajos" que ha desempeñado. Su túnica la hace invisible para el ojo humano, pero no para el corazón maltratado. Su cuerpo nunca ha sido expuesto. Dicen que una vez, un aventurero tuvo la gran "suerte" de destaparla. Y la palabra Suerte irá siempre en comillas, ya que no creo que nadie esté dispuesto a probar las mieles del horror solo para demostrar aquello que está prohibido mostrar.  Su capucha la cubre. No es que le moleste la luz. Es que no

Manhattan: La Gran Piedra Negra (Ep.9)

Todo esto que me estaba pasando era muy repentino. Hacía mucho tiempo que no sentía tantas emociones al mismo tiempo. ¡Y no había llegado ni la mitad del día!  Nada más salir de aquella multitud, la cual vitoreaba mi nombre, y meterme en la Décima Avenida, me dio por mirar el reloj. Si, sé que tengo un problema con el tiempo: no puedo permitirme el lujo de perder el tiempo. No me gusta. No me viene bien. Aparte, no quiero ser alguien que pierda el tiempo con vaguerías o excusas tontas. Si quería llegar a trabajar en la 52 Oeste con la Sexta Avenida, tenía que dar el 110% de mi propio ser. Oh, disculpadme. Creo que no os he explicado esa parte de mi futuro plan. Como bien sabéis, me gustaría poder llegar a trabajar en el canal de noticias de máxima audiencia de la CBS. El problema es que no soy el único que lucha por tener ese ansiado puesto. De hecho, fue una suerte haber podido entrar en el equipo de reporteros de noticias después de estar buscando sin parar durante mucho tiem